El Sevilla FC tenía ante sí la primera de las dos finales a las que debería plantar cara para seguir disputando la UEFA Champions League. De hecho, el segundo partido no tendría sentido si no se ganaba al Wolfsburgo. En Alemania, los de Julen Lopetegui no pasaron del empate a uno pese a que los alemanes jugaban con uno menos.

Tambores de guerra en el Sánchez Pizjuán, que presentaba una buena entrada para ser un martes a las nueve de la noche. El asedio a portería rival lo protagonizaba el Sevilla FC en los primeros minutos. Tanto era así que a los doce minutos un centro de Iván Rakitic fue rematado en plancha por Joan Jordán. Tras el gol, el Wolfsburgo llegaba por primera vez a la meta defendida por Bono en el minuto veintidós con un balón que finalmente daba en el larguero después de que el propio portero sevillista la tocase.

En cuanto a la segunda parte, no iba a cambiar mucho el partido. El Sevilla FC seguía insistiendo y buscaba poner el segundo en el marcador para evitar alguna sorpresa por parte de los lobos. Prácticamente el balón no salía de territorio alemán. Si bien el conjunto sevillista no aprovechaba sus innumerables llegadas a las inmediaciones del área del Wolfsburgo de cara a abultar el resultado. Y cuando todo parecía acabarse, un autopase de Lucas Ocampos terminaría en un gol sobre la bocina de Rafa Mir, que solo tuvo que empujarla.

En definitiva, el Sevilla FC depende de sí mismo para estar en octavos de final. Más aún cuando el resultado del otro partido les beneficia. Puesto que el Lille ha vencido al Salzsburgo por un gol a cero. La próximo y última jornada de la UEFA Champions League será ante el equipo austriaco, actualmente segundo en la clasificación y a un punto del Sevilla FC. Los franceses a solo dos de distancia.

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