El domingo se cumplían 73 años del estallido de la Guerra de Corea. 

En Pyongyang, Capital de Corea del Norte, que fueron los que iniciaron la contienda invadiendo al vecino del Sur, lo celebraron con una marcha masiva para retroalimentar dentro de casa su propaganda antiestadounidense, prometiendo una “guerra de venganza para destruir a Estados Unidos”, a quien responsabilizan de aquella batalla del siglo pasado.

Más de 120.000 personas participaron en las manifestaciones en la capital. 

La manifestación contó con miles de trabajadores y estudiantes, todos con mascarillas, que levantaban el puño y sostenían carteles que decían cosas como: “Todo el territorio continental de EEUU está dentro de nuestro campo de tiro” o “erradiquemos a los invasores imperialistas estadounidenses”.

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