Putin y Kim Jong-Un han enseñado al mundo la gran relación que blinda Moscú y la capital norcoreana Pyongyang en una situación bélica que tiene en vilo al mundo.

La visita del líder ruso está marcada por una serie de regalos lujos entre los que se encuentran una limusina blindada, un juego de Té, una daga y dos perros, además del pacto de mutua protección si ambos países se ven atacados. 

Putin no visitaba Corea del Norte desde hacía 24 años cuando se reuniera con el padre de Kim Jong-un, el difunto líder Kim Sang-pae. Tanto Corea del Sur como Estados Unidos han acusado a Corea del Norte de suministrar a Rusia artillería y equipos para su conflicto frente a Ucrania, a cambio, supuestamente, de comida y ayuda militar.

 

FOTOGRAFÍA:  © Sputnik/Kristina Kormilitsyna/Kremlin/Vía Reuters
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