Este pasado sábado 29 de octubre, Utrera vivía una jornada histórica. María Auxiliadora recibía en manos de José María Villalobos, alcalde de la localidad, la Medalla de Oro de la ciudad. Arcos con inscripciones alusivas a la Virgen de Don Bosco que rezaban el “rendidos a tus plantas”, flores de papel rosas y celestes, balcones engalanados, altares, lonas gigantes con la imagen de María Auxiliadora y, un sinfín de pétalos ofrecidos a Ella a lo largo del recorrido de la procesión fueron solo algunos de los detalles y exornos que cambiaron la imagen de muchas calles de Utrera en este día.




Fue sin duda una jornada histórica no solo para la Casa Salesiana sino para toda la ciudad de Utrera que comenzó a las 16:30 horas, cuando se abrían las puertas del templo contiguo a la capilla de Ntra. Sra. del Carmen. María Auxiliadora salía hacia la avenida San Juan Bosco para llegar a la Glorieta de Pío XII donde se celebró la solemne Eucaristía en presencia de toda la Familia Salesiana y de las diferentes autoridades eclesiásticas y civiles.

Al término de la misma, el alcalde de Utrera, José María Villalobos, imponía simbólicamente en un relicario a los pies de la imagen, la Medalla de Oro de la ciudad. Destacó el “respaldo unánime” de esta propuesta por todos los utreranos. Asimismo, el director de la obra salesiana en Utrera, D. Ramón Ronda Segrelles expresaba la acción de gracias a la corporación municipal y especialmente a la Asociación de María Auxiliadora, impulsora de esta iniciativa.

La imagen que el mismo San Juan Bosco envió desde Marsella en 1885, comenzaba la procesión extraordinaria entorno a las 18:30 horas con un recorrido histórico. Los devotos pudieron disfrutar de momentos únicos en grandes enclaves como la iglesia de Santa María de la Mesa, la Casa de las Hijas de María Auxiliadora, la iglesia de Santiago o la calle La Plaza y Perafán de Rivera, donde como cada 24 de mayo se escucharon cantos a la Virgen antes de ver cómo caía una gran lluvia de pétalos.




La jornada finalizaba en torno a las 22:30 horas con un espectáculo de fuegos artificiales y el canto del “Rendidos a tus plantas” que se convertían en la acción de gracias de todas las personas que se congregaban frente a Ella. Niños, padres, ancianos, jóvenes,…todos con corazón salesiano, habían vivido sin duda un día que marcaría la larga historia de la Congregación de Don Bosco en Utrera.

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