La Guardia Civil sigue investigando el cadáver calcinado de la semana pasada en una vivienda abandonada en Utrera. La autopsia ha revelado que el fallecido tenía dos disparos de bala en el pecho por lo que el caso ha pasado hacia un caso de asesinato.
El inmueble se encuentra situado junto a la carretera A-362 que une las localidades de Los Palacios y Utrera. Dentro de la vivienda en llamas se identificó un cadáver que todavía no ha sido identificado por el mal estado del cuerpo. Los agentes policiales trabajan con las denuncias de desapariciones para encontrar un perfil similar a la víctima. Todo apunta a que fue un ajuste de cuentas.