A pesar de las palabras del ministro de Sanidad, Salvador Illa, que ha descartado rotundamente el confinamiento domiciliario de la población, esta cuenta con seguir el paso de nuestros vecinos, concretamente Francia y Portugal que si han declarado el nuevo encierro.

La llamada segunda ola, ha propiciado el miedo entre los hosteleros, el supuesto mayor foco de infección podría quedar totalmente aniquilado por el confinamiento domiciliario. En los tiempos que corren dedicarse al ocio podría ser considerada una profesión de alto riesgo.

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Hemos abandonado involuntariamente un modelo de vida, dando paso a una nueva normalidad implantada que ahora también cuenta con la opción de detenerse de un día para otro, aunque fuentes aseguren que esta segunda reclusión sea prácticamente imposible, la población ya cuenta con esta salida debido a la desconfianza de las declaraciones políticas.

Por si fuera poco, la situación en la comunidad andaluza también ha contado con más adversidades, las restricciones ya implantadas por el gobierno, ha dado pie al levantamiento de una minoría violenta, que está basando su manifestación en el desorden público y en el destrozo de algunas provincias, como son Málaga y Granada. Rondamos con la siguiente pregunta: ¿Esta minoría contará con más apoyo?, todo acontecimiento ya parece posible en este 2020.

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