La consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, Marifrán Carazo, se personó ayer en las obras de refuerzo de la autovía A-92 entre Sevilla y Alcalá de Guadaíra. Con esta visita, se inspeccionó la evolución de los trabaos, que según ella, se prevé que finalicen en otoño.
El tramo, que se encontraba en pésimas condiciones, necesitó una buena planificación previa. Gracias a ella se están llevando a cabo los trabajos en verano y en horario nocturno, para generar las mínimas molestias posibles.
La empresa responsables de la obra son Probisa Vías y Obras, a la que se ha dotado con un presupuesto total de 5,5 millones de euros. Se trata de una obra importante, pues se efectúa en uno de los accesos principales a la ciudad.
La visita de la consejera coincide con la finalización de la primera fase de los trabajos. Se han centrado en el reasfaltado de las vías de servicio en sentido Sevilla. A partir del próximo lunes comenzarán a actuar en el tronco de la vía, por lo que el tráfico podría verse mayormente afectado.
En el mes de septiembre se completarán dichos trabajos, cuando solo quedará actuar en las zonas de servicio del margen derecho. Además deberá tratarse el enlace con la carretera A-398, que conecta Alcalá de Guadaíra con los Alcores.
La transformación de la autovía A-92 ha sido el punto de partida para actuar tras demasiados años sin un arreglo integral. De esta forma, Marifrán Carazo advierte que estos trabajos contribuyen a la creación de un corredor verde entre Sevilla y Granada. Por último, añade que la Junta de Andalucía pretende invertir 60 millones de euros, que provienen de Europa, para arreglar 160 kilómetros de autovía.
Actualmente se están tratando baches, fisuras, deformaciones y pérdidas del árido de rodadura. El estado en el que permanecía esta vía provocaba la aparición de balsas de agua en la calzada cuando llovía. Un peligro para los conductores y la seguridad vial.
