La incertidumbre regulatoria y los problemas con empresas como FTX han destruido toda la confianza en la tecnología cripto, reflejando que el boom de las criptomonedas ha desaparecido casi al completo.
Todos los inversores están huyendo del sector cripto y hay muy pocos que se hayan animado en este 2023 a poner dinero encima de la mesa para ayudarlos. Incluso quienes más apostaron por cripto no creen ya en invertir en ellas.
Este año se ha invertido un 98% menos en criptomonedas, un hundimiento total que muestra las enormes dudas que existen alrededor de este sector.
El interés parece haber pasado y esta tecnología ahora se enfrenta a una nueva etapa con más estabilidad como la que ahora ofrece Europa con su nueva legislación.
