El extremo brasileño de 21 años llegará a Sevilla el próximo verano con un acuerdo de 13 millones de euros

Tras varios días de incertidumbre, al fin se convirtió en una realidad. El presidente del Fluminense, Mario Bittencourt, confirmó ayer en rueda de prensa el traspaso de Luiz Henrique André Rosa da Silva al Real Betis. De hecho, el directivo ha afirmado que el acuerdo con el equipo hispalense lleva cerrado desde hace tiempo. Un acuerdo en el que el Betis aceptó pagar 70 millones de reales brasileños. Esto equivale a casi 13 millones de euros por el joven de 21 años, que aterrizará este verano en la capital andaluza.

Luiz Henrique
Luiz Henrique como jugador del Fluminense (Fuente: Fluminense FC)

Este jugador extremo servirá como refuerzo en el club verdiblanco en la próxima temporada, ya que podría sustituir el lugar de Tello si este finalmente se marchara. Además, Luiz Henrique ya ha acaparado la mirada de muchos que lo catalogan como un jugador de gran materia prima. Según informa Fútbol y Progreso, es un jugador zurdo de 1,82 metros que se acomoda a ambos costados, destacando más por la izquierda, y que en ataque resalta por ofrecer un gran liderazgo ofensivo. Para los de Pellegrini, esta joven promesa puede aportarles características tanto a nivel defensivo como a nivel ofensivo. En equipos anteriores destacaba por dar más salidas de la presión rival, aguantar el balón y temporizar el juego. A su vez, ofrece la oportunidad de estirar el equipo e incluso tirar desmarques que generan más peligro.

En cuanto a hándicaps, no suele ganar los duelos aéreos a pesar de su altura y que no acierta en cuanto a centros al área. Aun así, el extremo del Fluminense se ha convertido en el líder principal en ataque de su equipo en los dos últimos años. Unos aspectos que, a pesar de su corta edad, hacen ver a Luiz Henrique como un jugador promesa en el Betis, al igual que lo ha sido para el fútbol brasileño. A pesar de que debe adaptarse al fútbol europeo y al estilo de Pellegrini, este jugador ha demostrado con anterioridad que tiene un crecimiento rápido. En definitiva, todavía habrá que esperar para verlo jugar en el césped del Villamarín, pero los béticos y el propio club ya lo esperan con los brazos abiertos.

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