A pesar de la buena resistencia del Sevilla FC, el Barcelona supo cómo imponerse
El nombre de Pedri resuena en los oídos de todos los amantes del fútbol. El jugador español, de tan solo 19 años, hizo estallar al Camp Nou. Nadie puede negar que protagonizó uno de esos goles que hacen recordar lo bonito que es el fútbol. No obstante, es un hecho que el Sevilla FC no lo hizo nada mal y supo manejar especialmente bien la primera parte del partido.
El comienzo del partido ya supuso un primer susto. Un mini infarto recorrió nuestro cuerpo cuando Busquets cayó al césped conmocionado tras un golpe involuntario de Piqué. Tras unos segundos de incertidumbre, y con Gavi calentando por si acaso, el capitán azulgrana terminó reincorporándose al partido con normalidad.
Ya con el ambiente calmado, todo desembocó en el ansia y la lucha por tener el balón entre ambos equipos. Los de Lopetegui, lejos de asustarse, se impusieron en el arranque con Martial. Por su parte, la primera ocasión fue protagonizada por los culés con un cabezazo fallido de Frenkie de Jong a centro de Dembélé.
El Sevilla FC controló muy bien al Barça en la primera mitad. Aunque no consiguieron resultados. Los de Lopetegui reclamaron un penalti por mano de Araujo. Sánchez Martínez no tuvo dudas y el VAR no se vio necesario. La defensa sevillista anuló las bandas azulgranas eliminando cualquier sensación de peligro por parte de los locales. Aunque los rojiblancos sí tuvieron que ponerse alerta al final del primer tiempo cuando Koundé salvó una ocasión tras un centro de Dembélé, al cual no consiguió llegar Ferran. Pese a las oportunidades y llegadas de los de Xavi, el Sevilla pudo evitar el gol hasta el descanso.
El inicio de la segunda parte no supuso ningún tipo de cambio. El ambiente y los jugadores se mantuvieron. Los de Lopetegui buscaban el balón sin cesar para evitar sentirse encerrados en el campo del oponente. Fue Lamela quien protagonizó la primera llegada con un remate detenido por Ter Stegen.
Ante toda la tensión y paciencia, Pedri realizó una exhibición con una jugada mágica que levantó y dejó sin voz a la grada. Así, comenzaron los mejores minutos del Barcelona con dos ocasiones seguidas (y fallidas) de Ferran y de Araujo. Los minutos pesaban y se hacía cada vez más difícil atravesar la muralla sevillista. La presión acabó con una falta de Rakitic.
Las oportunidades no paraban de llegar y la tensión no dio tregua. Piqué, imparable en la defensa, tuvo el gol en dos de las ocasiones más claras de su equipo. Dembélé, que desde la primera parte no dejó respirar al Sevilla, protagonizó una nueva ocasión clara. Sin embargo, pudimos ver a un Sevilla que no flaqueó ni se dejó intimidar. Entonces, con un ritmo que no permitía dejar de mirar al balón, apareció Pedri. El partido se rompió en el minuto 72 cuando con su magia vio un hueco y soltó un derechazo cruzado imparable.
Así, el gol transformó por completo un partido que parecía condenado inevitablemente al empate. Los de Lopetegui, que no perdían en Liga desde el 28 de noviembre, fueron a por todas al ataque. Su mayor oportunidad llegó tras un despeje errado de Ter Stegen que llegó a Augustinsson, pero cuyo remate se topó con el alemán, rectificando así su error anterior. Durante los minutos del tiempo añadido, Dembélé fue sustituido mientras que la ovación por parte de una grada puesta en pie le despedía.
