Esta madrugada, tanto Sebastopol como Kiev han sido atacados por drones de combate lanzados por ambos bandos del conflicto entre Rusia y Ucrania. Estas armas son vehículos aéreos no tripulados diseñados para un empleo militar.
En un lado del frente, la Armada rusa defendió la ofensiva contra Sebastopol, situado en la península ucraniana de Crimea. Este territorio fue anexionado por Rusia en 2014, convirtiéndose en la primordial base de la Flota rusa del mar Negro. Los marineros rusos repelieron el ataque a base de disparos, destruyendo los tres drones de superficie que intentaron adentrarse en la bahía, según explica Mijaíl Razvozháev, gobernador de la región.
Razvozháev aseguró que ningún soldado resultó herido y que los buques de guerra tampoco sufrieron daño alguno. “Nuestras fuerzas armadas rechazaron con confianza y calma el ataque de drones enemigos en Sebastopol. La situación está bajo control. Todos los servicios operativos están listos”, expresa el gobernador.
Sin embargo, en la capital ucraniana no corrieron la misma suerte unas horas más atrás. Los drones de combate se cobraron la vida de tres personas, hiriendo a otras siete más. Según la Administración Militar, todos los drones Shahid-136 de fabricación iraní enviados por las fuerzas de Putin sobre Kiev habían sido interceptados por las defensas antiaéreas. Con lo cual, todo indica a que los fallecimientos tuvieron lugar por culpa de la precipitación de los aparatos interceptados. En concreto, los sistemas antiaéreos ucranianos interceptaron 16 de los 21 drones.
“Más de 20 drones asesinos iraníes, más misiles y numerosos bombardeos en una sola noche de terrorismo ruso contra Ucrania”, denunció Zelenski en su cuenta de Twitter. “Cada vez que alguien escucha la palabra paz en Moscú se ordena un ataque criminal como este”, agregó al hilo de la visita de Xi Jinping a la capital rusa. En esta cumbre, Vladimir Putin aseguró que el plan de paz para Ucrania presentado por China puede servir de base para un futuro arreglo del conflicto.
