La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha cerrado 220 pozos ilegales en el entorno del Parque Nacional de Doñana. Aunque estos esfuerzos no son suficientes para eliminar los invernaderos fuera de las zonas regables, por lo que el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) ha pedido que se cierre las fincas con regadíos fuera de ordenación. Sin embargo, el Plan Especial de la Corona Forestal de Doñana, promovido por el presidente de la Junta, Moreno Bonilla, y sus socios, continúa en marcha.


Tanto PP y VOX, para defender su normativa, se escudan en que lo que se propone no implica recurrir a agua del acuífero de Doñana, sino que los regantes podrían acudir a aguas superficiales. Aunque la Comisión Europea ya confirmó que esta iniciativa no es una solución; y la única solución para combatir la sequía es proteger los acuíferos.

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