Las tortugas son una de las especies del reino animal más longevas del planeta. Además, son conocidas por su calma y sentimiento de unión familiar.
Siempre que hablamos de tortugas marinas nos situamos en playas cristalinas o en lo más profundo del océano Atlántico. Sin embargo, en nuestras aguas también contamos con estas magníficas compañeras, en concreto con tres especies distintas. Nosotros, nos vamos a enfocar en la Tortuga Boba o Caretta Caretta.
La Tortuga Boba se localiza en aquellas zonas de agua más cálidas del planeta. Según el ciclo de vida en el que se encuentren, pueden encontrarse tanto en mar abierto como en zonas menos profundas como costas, bahías y estuarios; visitan las playas única y exclusivamente para poner sus huevos (desovar).
Esta especie es la más común en el Mediterráneo. Puede llegar a superar el metro de longitud y pesar hasta 120 kilos. Es frecuente divisarla por las Islas Baleares, donde hay una gran concienciación sobre su preservación.
A nivel mundial, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la Tortuga Boba se encuentra en una situación vulnerable. No obstante, su conservación en el mediterráneo está considerada de las mejores del planeta; con una menor preocupación. Aunque desde hace unos años, los biólogos marinos alertan del notable descenso de su población.
Las tortugas son uno de los animales más afectados por la contaminación marina. Los plásticos y demás residuos que se tiran a los mares y océanos le imposibilitan viajar con facilidad o, en muchas situaciones, incluso vivir los años que deberían.
Las Caretta Caretta, como muchas otras especies de tortugas, llevan en nuestro ecosistema marino millones de años, consiguiendo adaptarse al medio. Por ejemplo, nuestra tortuga mediterránea puede llegar a alimentarse de medusas u otras categorías marinas; esto supone un mantenimiento del medio ambiente, puesto que, a veces, estas medusas, por ejemplo, pueden provocar ciertos problemas en nuestras costas.
Es importante que, entre todos, ayudemos a mantener nuestro ecosistema, que también es el de las Tortugas Bobas y el de otros muchos animales más. Reciclar, no tirar productos (sobre todo plásticos) al mar y ser considerados con la Tierra es imprescindible para fomentar un mejor planeta, más sano y duradero.
