Esquerra Republicana y Bildu tumban la reforma de la ley mordaza.
Ayer, en el Congreso de los Diputados, estos partidos consideraron que con la nueva propuesta no se cambia la parte central de la norma, por lo que votaron en contra de la misma. Los votos se dividían en 18 a favor por la parte de PSOE, Unidas Podemos y PNV y 17 en contra por parte de PP, Vox, Ciudadanos, UPN y Junts.
Los cuatro apartados que han marcado las diferencias entre partidos son: las faltas de respeto a la autoridad, el material antidisturbios, la desobediencia y las devoluciones en caliente. El diputado de Bildu, Jon Iñarritu, ha calificado el fracaso de la reforma como un “harakiri parlamentario”. “No podemos hacernos responsables de una ley que permita a un agente sancionar a su libre albedrío, que se utilicen pelotas de goma y que se produzcan devoluciones en caliente”, ha declarado.
María Carvalho, de ERC, ha argumentado que tras mucho trabajo y esfuerzo por llegar a un consenso, el resultado definitivo de la reforma era muy parecido al del 2015 que aprobó el Gobierno del PP. “Hoy se escenifica la pérdida de una oportunidad histórica para que el PSOE pudiera demostrar que no es lo mismo que el PP”, ha zanjado la diputada de Esquerra.
Por su parte, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, responsabiliza a ERC y EH Bildu de que esta ley de de Seguridad Ciudadana siga en vigor. También afirma que tanto PSOE como Unidas Podemos han cumplido con su compromiso, apoyando la iniciativa de PNV para derogarla.
En el otro ala del espectro político, la diputada del Partido Popular, Ana Vázquez, ha insistido en la peligrosidad de esta reforma. Asegura que sería “cambiar los grilletes de las manos de los delincuentes a las manos de las fuerzas de seguridad”.
