El gobierno francés impone la reforma de las pensiones sin contar con la Asamblea

Han tenido que recurrir al artículo 49.3 de la Constitución para imponer el impopular aumento de la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años. El recurso de este decreto gubernamental abre las puertas a una posible crisis política, con varios llamamientos de la oposición a la dimisión de la primera ministra, Elisabeth Borne. Además del rápido anuncio de dos mociones de censura, una por parte de la izquierda y otra de la ultraderecha.




“No podemos correr el riesgo de ver qué 175 horas de debate parlamentario quedan en nada”, defendió Borne en una intervención apenas audible por el cántico de ‘La Marsellesa’ por parte de los diputados de izquierdas y gritos de “dimisión” de la ultraderecha.

El líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon ha denunciado que se trata de una reforma que “solo ha sido votada por el Senado, no por la masa de los franceses, ni por la Asamblea Nacional, ni por los sindicatos, ni por las asociaciones de trabajadores”. Por lo que ha calificado esta reforma como un “texto que carece de legitimidad”. 




Por su parte, los sindicatos han convocado nuevas manifestaciones para la próxima semana que lucharán para que el Gobierno de marcha atrás con esta polémica decisión. Tras el anuncio de Borne, miles de franceses salieron a protestar a las calles de París y se concentraron en la Plaza de la Concordia, frente al Parlamento francés. Philippe Martinez, secretario general de la Confederación General del Trabajo, ha defendido que “la movilización y la huelga deben aumentar en intensidad”.

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