Muchas son las personas que han paseado por la Avenida Constitución, pero pocas son las que habrán observado una especie de grafitis en la pared de la Catedral o al menos que sepan lo que son. Estas pintadas son conocidas como vítores y son obra de una antigua moda estudiantil que consistía en escribir el nombre de la persona que llegaba a conseguir el título de doctor, junto al vítor, símbolo de raíz romana. El vítor es una aclamación de alegría con que se aplaude a una persona o un suceso, símbolo muy famoso en épocas pasadas. En la actualidad puede a venir a significar algo como la expresión ¡Viva! junto al nombre de una persona.

Su origen proviene de la Universidad de Salamanca en el siglo XIX, pero rápidamente se expandió a otras ciudades de la península, llegando así a Sevilla. En la época era muy común encontrarse esos tipos de grafitis, sin embargo, en la actualidad solo se conservan los de la Catedral y los de la pared del Archivo de Indias. De este modo se desmiente la creencia de que los grafitis son un invento del siglo XX y se demuestra su existencia mucho antes.

Los nombres que aparecen en estas paredes son afortunados de siglos pasados, doctores y personas importantes de otra época, que persisten en la actualidad, a través de estas pintadas tan curiosas.

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