Rafael Tejada es de profesión ingeniero civil y de vocación torero. Titulado por la Universidad Politécnica de Madrid y tras tener éxito en el mundo inmobiliario, en 2008 lo deja todo atrás para dedicar su vida al toro. En la actualidad, cría su propia ganadería en Reservatauro, su finca en Ronda (Málaga), enseñando a los curiosos del toro bravo el significado de esta tradición. Tejada es representante de la Plataforma del Toro Bravo Andaluz, la unificación de este sector en la región que exige ayudas urgentes ante el incierto panorama de la pandemia. 

Buenas tardes, Rafael. ¿Cómo describiría la situación actual de la ganadería andaluza?

La pandemia que estamos viviendo ha sido algo terrible en muchos sectores económicos, y en la ganadería de bravo ha sido implacable, puesto que los canales de venta de los que disponemos se han visto, desde hace más de un año, totalmente cerrados. Nuestros productos, además de perecederos, no tenían venta. En otras actividades económicas, cuando se han cerrado sus canales de venta, han podido cerrar su producción o instalaciones, pero en el caso de la ganadería es imposible puesto que nuestros animales han seguido vivos durante todo el año. Hemos tenido que seguir atendiendo a los animales, incluso a más de los esperados. La falta de los ERTE, por la imposibilidad de nuestra actividad, sumado a tener que seguir alimentando nuestros animales, ha provocado que se disparen los gastos durante el último año. Todo esto ha tenido como consecuencia una situación que ha llevado al cierre de muchas ganaderías o a la eliminación de un número importante de sus animales. 

Tras las pérdidas ocasionadas por la Covid- 19, ¿qué futuro tiene actualmente el sector de la ganadería andaluza?

Este último año, el único ingreso que ha recibido el ganadero de bravo ha sido la ayuda anual que proviene de la PAC, que es mínima, comparada con los costes que soportamos en nuestras instalaciones y el valor residual de algunos animales en carne. Esta situación ha dificultado mucho el desarrollo de la actividad en este último año, y está provocando que los ganaderos tomen decisiones drásticas para poder continuar, al menos, con la cría de este animal: bien con la reducción de estos animales y la adecuación de los tamaños de las ganaderías para que sea menos costoso de mantener. Además, en las épocas de verano, el alimento en el campo escasea, y provoca que sea mucho más difícil el continuar. El futuro inmediato de las ganaderías depende de que, al igual que a otros sectores, se les apoye económicamente para superar esas pérdidas derivadas de la pandemia. Es fundamental recibir una ayuda para poder aguantar este desierto que aún queda hasta que consigamos esa vacunación ansiada por todos, que permita que los canales de comercialización puedan abrirse con la normalidad deseada, para que estos animales encuentren su destino en la plaza de toros. 

Conocemos el detonante de la creación de la Plataforma del Toro Bravo pero, ¿tiene otros objetivos más allá de las ayudas urgentes?

No. En principio, la plataforma surge para unir a los ganaderos bravos de Andalucía que estaban sufriendo de manera igualitaria en todas partes el efecto de la pandemia. En estos momentos, hemos tenido una buena acogida por parte de la Junta de Andalucía, que ha estudiado con mucho detalle la situación y está haciendo el esfuerzo de encajar una ayuda dentro de sus presupuestos.

Así, ¿la Nueva Política Agrícola Común es insuficiente, tal y como se está viviendo la pandemia en Andalucía? 

Bueno, la nueva y la anterior. La PAC no deja de ser una ayuda a las explotaciones que, desde luego, no supone el mantenimiento de las mismas. Es una ayuda que, como todas, bienvenidas sean, pero son insuficientes para el coste de nuestras explotaciones. 

¿Cree que las instituciones competentes están actuando correctamente o están ignorando la problemática?

El objetivo de la plataforma no es valorar otros aspectos que no sean una ayuda puntual a la Covid-19. Bueno, hay otras instituciones, las propias entidades ganaderas de bravo, incluso Asaja (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores), que yo creo que pueden valorar de una manera más acertada esta pregunta que me haces. 

Esta plataforma que se ha creado a raíz del covid-19, ¿podría tener un futuro más a largo plazo aun superada la pandemia no?

Como algunas actuaciones anteriores, la plataforma supone un hito más en ese camino que llevará a que el sector trabaje unido para conseguir los objetivos comunes que tenemos a nivel regional los ganaderos. Sin duda alguna, tendrá frutos en el futuro, y estoy convencido de que será un paso más de los que ya se han dado con anterioridad para unificar al sector.

¿Por qué cree que es necesario que la sociedad conozca esto que nos está comentando?

Fundamentalmente, el ganadero de toro bravo no es un ganadero al uso, que basa su explotación en una rentabilidad económica. El ganadero bravo está más cerca de un conservacionista que de un ganadero al uso. Criamos una especie única que solamente se sostiene gracias al esfuerzo de los ganaderos. En Andalucía apenas quedan doscientos valientes manteniendo este tesoro genético del que disponemos. La pandemia está provocando que desaparezca una parte muy importante de esta cabaña brava. En pleno siglo XXI, que se pierda una especie, hasta los límites que nos tememos que ocurrirá, supone un fracaso como sociedad. El ganadero se ha visto solo durante mucho tiempo para mantener este emblema de nuestra cultura. Ahora es el momento de que tanto la Administración como la sociedad tomen conciencia para colaborar en ese esfuerzo para mantener al animal, puesto que la pandemia no es culpa de nadie, pero tampoco tiene que ser la responsabilidad de unos pocos. Debemos compartir esa responsabilidad para conseguir llegar al futuro con este animal que nos legaron nuestros mayores.

¿En qué medida esta crisis, que estamos viviendo la ganadería andaluza, se relaciona a la crisis que está sufriendo también el mundo del toreo, las corridas, etc.?

La tauromaquia, durante toda su historia, ha tenido detractores y protectores, no es algo nuevo. Parece que la tauromaquia pueda estar peligrando en los últimos años, pero ha habido momentos de nuestra historia que incluso ha llegado a estar prohibida por los Reyes. Al igual que a lo largo de la historia ha ido adaptándose y evolucionando hacia el espectáculo cultural y artístico que es hoy, seguirá haciéndolo, puesto que es muy difícil que algo que está tan enraizado en nuestra cultura, en nuestro sentir, en nuestro pueblo, pueda desaparecer. Estoy convencido que, tras los ataques producidos por la falta de apoyo institucional, hay un apoyo social cada vez mayor. Seguro que entre todos seremos capaces de mantener esta joya que tenemos en nuestro país. 

¿Algo más que comentar?

Agradeceros que nos abráis vuestra ventana para poder lanzar este grito de auxilio por el toro bravo. La plataforma ha venido a reclamar apoyo para este animal único, que es quien verdaderamente padecerá las consecuencias de esta situación. Los ganaderos, que llevamos siglos siendo los guardianes de este animal, nos vemos en la responsabilidad de seguir haciéndolo y de trasladar tanto a las instituciones como a la sociedad la importancia que tiene que siga existiendo el animal más identitario que tenemos en toda la península.

La Plataforma del Toro Bravo Andaluz demuestra que, la mejor forma de hacer frente a la pandemia es, precisamente, a través de la unión. Gracias a esta iniciativa, la ganadería andaluza y el toro bravo tienen ahora un atisbo de esperanza.

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