El objetivo de esta apuesta municipal es convertir a Sevilla en un referente verde
El deseo de Europa por convertirse en el primer continente sostenible y climáticamente neutro en 2050 ha incentivado que ciudades como Sevilla planteen proyectos tan ambiciosos. La inversión total superará los 25 millones de euros, de los cuales 11,5 millones de euros son procedentes de fondos europeos. Las bases de todas las actuaciones y diseños son la sostenibilidad, la vegetación, la sombra y el agua.
Respira Nervión incluye la primera fase de la ampliación del tranvía, desde San Bernardo a Santa Justa. La reordenación urbana del entorno mediante la transformación urbana de la Avenida de San Francisco Javier y Avenida Luis de Morales. Esta apunta hacia un entorno más habitable con más zonas verdes, arbolado y espacios peatonales. Y, por último, la renovación de la infraestructura de EMASESA, con un nuevo colector (conducto subterráneo en el cual vierten las alcantarillas sus aguas) para mejorar la canalización de las aguas pluviales y nuevas redes de abastecimiento y saneamiento.
De este modo, la primera fase de la ampliación del tranvía es el primer paso para la futura conexión directa entre el aeropuerto, la estación de trenes de Santa Justa y el centro de Sevilla. Así, habrá cuatro nuevas paradas con estas obras. La venida San Fco. Javier, conectado con el Campus Universitario; la Avenida Eduardo Dato, con conexión a Nervión Plaza, parada de Metro Nervión…; la Avenida Luis de Morales, conectada con Estadio Ramón Sánchez Pizjuán, El Corte Inglés…; y Santa Justa.
Por otra parte, en relación a la creación de espacios de convivencia y más verdes, el poryecto busca generar entornos más confortables. Así pues, se introducirán en las calles aceras más transitable a través de la ampliación del espacio peatonal, con zonas de paso de tres a cinco metros. Dos grandes paseos en los laterales, con una superficie de sombra de casi 15 mil metros cuadrados. Y un espacio más verde, con un total de 396 árboles (86 más que ahora). Además de la plantación de más de 30 mil arbustos y herbáceas con el fin de reducir la temperatura y aumentar la humedad.
En última instancia, se construirá un nuevo colector de la cuenca sur. Esta intervención busca resolver uno de los grandes problemas del siglo XXI: el cambio climático. Con este proyecto se quiere luchar contra las incidencias ocasionadas por las lluvias torrenciales, las cuales desembocan en inundaciones por el mal estado de las redes de recogida de pluviales. Así, este nuevo colector tendrá la capacidad de gestionar las escorrentías urbanas en el 80% de los días lluviosos.
