Es una exposición que, con motivo del día de la mujer y la niña en la ciencia, recorrerá los centros educativos en la que se reivindica el papel de las científicas en el desarrollo de la vacuna para el Covid-19. Este trabajo se ha realizado en colaboración con asociaciones de asociaciones de barrio. La exposición pretende poner en valor los cambios que se han producido en la investigación científica que han cambiado nuestras vidas y que lo volverán a hacer próximamente.

Son 27 paneles enormes que que homenajean a mujeres. Entre ellas, algunas que han tenido un papel muy relevante contra la pandemia. Como la científica húngara Katalín Kirikó, trabajó en propuestas para la vacuna de Pfizer y de Moderna. O como Sarah Gilbert que lidera el equipo de investigación de Oxford. También se destaca el caso de Lady Mary Wortley Montagu que aplicó técnicas de inoculación de virus años antes de los trabajos del considerado como padre de las vacunas, Edward Jenner.

Recuerda que Anna Wessels logró un año después de la identificación de la difteria y el desarrollo de una vacuna efectiva que pudo ser distribuida masivamente. Leone Ferrel hizo lo propio con las vacunas de la polio, el cólera o la disenteria. Fueron fundamentales las contribuciones de Rachel Schneerson en el desarrollo de la vacuna de la tosferina, la meningitis o la neumonía. Margaret Pitman descubrió seis tipos diferentes de infecciones por virus.

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